El ejercicio terapéutico ayuda a mejorar a personas sanas, con el objetivo de disminuir el riesgo de padecer dolores de espalda, y a los pacientes con dolor crónico, con el fin de mejorar su autonomía, acelerar su recuperación y disminuir el riesgo de volver a padecer episodios dolorosos.
En pacientes con dolor de espalda agudo la fisioterapia puede ayudar, pero con técnicas dirigidas a paliar el dolor y la inflamación.
En dolor crónico con ejercicio terapéutico individualizados y dirigidos.
El objetivo del ejercicio es desarrollar la musculatura implicada en el funcionamiento de la columna vertebral.
Una musculatura potente, equilibrada y bien coordinada mejora la estabilidad y el funcionamiento de la columna vertebral, disminuye el riesgo de lesión del disco intervertebral y mejora la movilidad.
La fisioterapia ofrece otras técnicas:
- Manual: Movilizaciones, masoterapia, manipulaciones…
- Terapia invasiva tales como punción seca, electrolisis percutánea.
- Medios o Agentes físicos: Electroterapia, ultrasonidos, onda corta, vendajes
Los estudios actuales han demostrado la eficacia de los ejercicios y pautas de entrenamiento individualizados para cada paciente, en función de factores como su estado muscular previo, las características de su columna vertebral o la afección que padece.