¿Qué ayuda a que un tobillo roto sane más rápido?

Aplicar hielo o frío seco al instante. En cuanto des un traspié doloroso, o sospeches que has podido forzar un ligamento, aplica frío seco, por ejemplo, con una bolsa con hielo en su interior. Hazlo durante 10 minutos cada hora, para reducir la inflamación y el edema. No importa que no te hayas llegado a hacer un esguince, el frío seco local aliviará también el dolor en caso de contusiones. Acudir a un profesional para que confirme el diagnóstico y descarte fracturas. Ante un esguince, debes acudir a un servicio profesional de traumatología, como el que te ofrecemos en Clínica ITYOS. Eso sí, un esguince leve no precisa de una atención tan inmediata como para dejar una tarea importante. Termina lo que estés haciendo, apoyando lo menos posible el pie, y ya entonces dirígete a comprobar que no hay nada roto. Apoyar el peso del cuerpo en el otro pie, caminando lo menos posible. Esto es común en todos los esguinces de tobillo. En algunos casos, necesitarás muletas, en otros una férula y, a veces, solo fuerza de voluntad. Termina lo que estés haciendo, apoyando lo menos posible el pie, y ya entonces dirígete a comprobar que no hay nada roto. También hay pacientes que precisan realizar fisioterapia profesional al retirar el vendaje, para prevenir futuras lesiones justo en el mismo punto y fortalecer los músculos que sujetan el pie.