Calentar no es solamente “entrar en calor”; es más bien sinónimo de prevención.
Un buen calentamiento: Activa la musculatura que luego vas a trabajar.
Aumenta la oxigenación.
Mejora tu concentración.
Protege tu espalda y rodillas al mantener una postura adecuada.
Prepara los músculos y articulaciones para movimientos más intensos.
El calentamiento general es una fase previa a cualquier actividad física que tiene como objetivo principal elevar la temperatura corporal, activar la circulación y preparar los músculos y articulaciones para el esfuerzo que se va a realizar.
Además de preparar físicamente al cuerpo, ayuda a activar el sistema nervioso central, mejorar la coordinación y disminuir el riesgo de lesión, especialmente en zonas sensibles como la zona lumbar o el cuello.
Una rutina breve activa la circulación sanguínea, mejora la movilidad de zonas importantes como la zona lumbar o el cuello, y ayuda en el rendimiento y a prevenir lesiones tanto musculares o articulares.
Incluir estos ejercicios al inicio de las sesiones de entrenamiento mejora tu rendimiento y previene lesiones.