Dedicar unos minutos a estirar antes de dormir ayuda a liberar las tensiones acumuladas y relajar tanto el cuerpo como la mente.
El estiramiento previo al sueño permite una conexión entre el cuerpo y la mente.
La mente está a mil por hora, el cuerpo está cansado, pero ambas cosas no parecen comunicarse lo suficientemente bien como para relajarse y dormir.
Para quienes enfrentan dificultades para conciliar el sueño, los expertos recomiendan buscar esa sintonía entre cuerpo y mente antes de ir a la cama.
El entrenador sugiere que este proceso puede ser especialmente eficaz en casos de insomnio o estrés.
El momento del estiramiento permite realizar un chequeo interno sobre el estado físico y emocional, algo que suele pasar inadvertido durante el día.
Se sugiere relajar la cabeza hacia atrás y abrir el pecho y el cuello, manteniendo la postura durante tres respiraciones profundas y, si se desea, moviendo las manos hacia atrás o girando la cabeza suavemente.
Sentado, se desliza la mano derecha hacia el costado mientras se inclina el torso hacia la derecha, abriendo el lado izquierdo.
Se puede extender el brazo izquierdo por encima de la cabeza para intensificar el estiramiento.
Relajar intencionalmente el cuerpo y la mente justo antes de dormir permite obtener un mayor retorno del tiempo invertido, mejorando notablemente la calidad del descanso.