El estrés relacionado con el trabajo es uno de los principales responsables de problemas de salud mental, y en el Reino Unido, se pierden más de 11 millones de días laborales anualmente debido al estrés en el trabajo. Hablar abiertamente sobre el bienestar mental ya no es opcional; es una necesidad que tanto trabajadores como líderes deben priorizar. Una dieta equilibrada, rica en fibra y proteínas, ayuda a estabilizar los niveles de azúcar en sangre, reduciendo la fatiga y mejorando el estado de ánimo. Implementar opciones de comida diaria en la oficina no solo alimenta el cuerpo, sino también la mente, aumentando el bienestar general. Crear rutinas para relajarse antes de dormir, como leer, meditar o tomar infusiones, puede ayudar a mejorar la calidad del sueño. La música tiene un impacto directo en nuestras emociones, y canciones relajantes pueden reducir el ritmo cardíaco y los niveles de cortisol. El ejercicio regular no solo fortalece el cuerpo, sino que también libera endorfinas, que mejoran el ánimo y reducen la ansiedad. Crear espacios seguros donde los empleados puedan expresar sus inquietudes fortalece la relación entre el equipo y la empresa. Establecer límites claros entre el trabajo y la vida personal es esencial para evitar el agotamiento, y promover descansos regulares durante la jornada puede prevenir picos de estrés y mejorar el bienestar general.