¿Por qué pierdo fuerza en la muñeca?

La fuerza de agarre disminuye, el dolor aparece en gestos cotidianos y la sensación de inseguridad se instala. Existent varias causas, pero las más habituales son: Fracturas de radio o escafoides: tras la inmovilización, la rigidez y la pérdida de masa muscular son inevitables si no se interviene. Tendinopatías (como la tendinitis de Quervain o epicondilitis): la inflamación crónica altera la forma de mover y cargar peso. Lesiones ligamentosas: provocan inestabilidad y dolor en movimientos específicos. Postcirugías: cualquier intervención en la mano o muñeca requiere readaptación funcional para recuperar el control fino. Aunque lo ideal es iniciar la rehabilitación cuanto antes, nunca es tarde para mejorar. Incluso meses o años después, se puede recuperar fuerza, movilidad y coordinación con un programa específico. Disminución del dolor y la rigidez. Recuperación del rango de movimiento. Mejora del agarre y la destreza manual. Prevención de recaídas o nuevas lesiones. Mayor confianza y autonomía en las tareas diarias.