El síndrome doloroso del trocánter mayor puede ser causado por uso excesivo o tensión de la cadera al hacer ejercicio o estar parado durante períodos prolongados.
Cambio súbito en el nivel de actividad.
Lesión de la cadera, como al sufrir una caída.
Tener sobrepeso.
Recuperación luego de cirugía de cadera o pierna.
Tener una pierna que es más larga que la otra.
Espolones óseos en la cadera.
Artritis en la cadera, la rodilla o el pie.
Problemas dolorosos en el pie, tales como juanetes, callosidades, fascitis plantar o talón de Aquiles.
Problemas de la columna vertebral, incluyendo escoliosis y artritis de la columna vertebral.
Desbalance muscular que pone más tensión alrededor de los músculos de la cadera.
Desgarre en los músculos de los glúteos.
Infección en pocas ocasiones.
El GTPS es más común en los adultos mayores.
Estar fuera de forma o tener sobrepeso puede hacer que tenga mayor riesgo de sufrir de GTPS.
Las mujeres resultan más afectadas que los hombres.
Los síntomas comunes incluyen dolor en la articulación de la cadera que también se puede sentir fuera del muslo.
Dolor que es punzante o intenso al principio, pero puede volverse más un dolor continuo.
Dificultad para caminar.
Caminar cojeando.
Rigidez de las articulaciones.
Inflamación y calor de la articulación de la cadera.
Sensación de atrapamiento o chasquido.
Es posible que sienta más el dolor cuando se levanta de la silla o de la cama.
Este sentado por un período prolongado.
Suba las escaleras.
Duerma o se acueste sobre el lado afectado.
Su proveedor de atención médica hará un examen físico y preguntará acerca de sus síntomas.
Su proveedor puede hacer lo siguiente durante el examen pedirle que señale la ubicación del dolor.
Palpar y presionar sobre la zona de la cadera.
Mover su cadera y la pierna mientras está acostado o sentado sobre la mesa de examen.
Pedirle que se ponga de pie, camine, se siente y se pare.
Medir la longitud de cada pierna.
Para comprobar otras afecciones que pueden causar sus síntomas, es posible que se hagan pruebas como rayos X.
Ultrasonido.
Resonancia magnética.
Muchos casos de GTPS desaparecen con reposo y cuidados personales.
Su proveedor puede recomendarle que pruebe utilizar hielo 3 a 4 veces al día por los primeros 2 o 3 días.
Tome analgésicos como ibuprofeno o naproxeno para ayudar a aliviar el dolor y la inflamación.
Evite realizar actividades que empeoran el dolor.
Al dormir, no se acueste sobre el lado que tiene bursitis.
Evite estar parado durante períodos prolongados, al estar parado, párese sobre una superficie suave y acolchada.
Ponga la misma cantidad de peso sobre cada pierna.
Poner una almohada entre sus rodillas al acostarse sobre su lado puede disminuir su dolor.
Use zapatos cómodos y bien acolchados con tacón bajo.
Baje de peso si tiene sobrepeso, fortalezca sus músculos principales.
A medida que se desaparece el dolor, su proveedor podría sugerir realizar ejercicios para fortalecer y prevenir la atrofia muscular.
Es posible que necesite realizar terapia física si tiene problemas para mover las articulaciones.
Otros tratamientos incluyen extraer líquido de la bursa, inyección de esteroides, cirugía para reparar o extirpar tejido lesionado.
Para ayudar a prevenir el dolor de cadera, siempre haga calentamiento y estiramiento antes de ejercitarse y enfríe después.
Estire su cuádriceps y tendón de la corva.
No aumente la distancia, la intensidad y la cantidad de tiempo que se ejercita, todo al mismo tiempo.
Evite correr directamente colina abajo, en lugar de esto, camine.
Nade en lugar de correr o montar bicicleta.
Corra sobre una superficie lisa y suave, como una pista.
Evite correr sobre cemento.
Si tiene pies planos, pruebe usar plantillas especiales y soportes de arco.
Asegúrese de que sus zapatos para correr le quedan bien y tengan buen amortiguamiento.
Trabajar en su estabilidad central.
Comuníquese con su proveedor si los síntomas regresan o no mejoran después de 2 semanas de tratamiento.
Busque ayuda médica de inmediato si siente alguno de los siguientes síntomas, el dolor de cadera es causado por una caída grave u otra lesión, su pierna está deformada, llena de moretes o si sangra, no puede mover su cadera o poner peso sobre su pierna, tiene dificultad para pararse sobre una pierna, el dolor le baja por la pierna, tiene dificultades con la función urinaria o intestinal.