¿Qué secuelas deja un traumatismo?

Se trata de alteraciones en las funciones cognitivas y emocionales causadas por un daño cerebral. Estas secuelas pueden afectar distintas áreas como la memoria, la atención, el lenguaje, la conducta, el estado emocional o la forma en la que una persona se relaciona con su entorno. No siempre son evidentes desde el principio. En muchos casos, estos cambios se manifiestan de forma progresiva, días o incluso semanas después del accidente. Los síntomas dependen del área cerebral afectada, pero los más frecuentes incluyen: Dificultad para mantener la atención. Pérdida de memoria reciente. Cambios de humor repentinos. Mayor irritabilidad. Tristeza persistente o ansiedad. Problemas para planificar tareas cotidianas. Aislamiento social o dificultad en las relaciones personales. Muchas personas reciben atención urgente por un golpe en la cabeza, pero son dadas de alta sin mayor seguimiento. Aun así, pueden aparecer síntomas posteriores que no siempre se asocian al traumatismo: desde fatiga mental hasta cambios emocionales o desinterés por actividades habituales. Estos síntomas suelen confundirse con estrés o depresión, lo que complica su detección y tratamiento.