Mantener un peso saludable es importante para las articulaciones, ya que el exceso de peso supone un esfuerzo adicional para ellas.
El exceso de peso supone un esfuerzo adicional para las articulaciones, especialmente para las que soportan peso, como las rodillas y las caderas.
Si tienes 'llantas' de tamaño normal en la rodilla, pero estás cargando el doble del peso corporal para el que están diseñadas las rodillas, es obvio que el desgaste se agudizará con mayor rapidez.
Según un estudio, al bajar una libra de peso corporal la carga sobre las rodillas se reduce 4 libras.
Además, el tejido graso produce proteínas que pueden causar inflamación dentro y alrededor de las articulaciones, que es otra razón por la que bajar de peso puede aliviar las molestias articulares.
Tener un peso inferior al normal también puede suponer problemas para las articulaciones, las personas con bajo peso no tienen un desarrollo muscular adecuado y el cartílago no está preparado para soportar toda la compresión y toda la fuerza, en particular cuando se trata de las rodillas.
Tener buena fuerza muscular, buena flexibilidad y buena fuerza en el tronco y las caderas es importante para poder absorber el impacto.
El control del peso va acompañado de una dieta saludable, y se trata de controlar las porciones, evitar las calorías vacías y consumir un buen equilibrio de proteínas.
Consumir una dieta mediterránea es favorable para las personas que tienen osteoartritis, y ayuda a reducir el dolor, la discapacidad y los síntomas depresivos.
Una dieta mediterránea se vincula a un menor riesgo de intensificación del dolor de rodilla debido a la osteoartritis.
La glucosamina y la condroitina son dos de los suplementos más comercializados para el dolor de las articulaciones, pero no existen suficientes datos que demuestren su eficacia.
Es importante hablar con el médico antes de tomar estos o cualquier otro suplemento.
El DMSO y el MSM también pueden tener efectos secundarios, como malestar estomacal e irritación en la piel.
Cuando estás deshidratado, el organismo comienza a extraer agua de otras fuentes, como el cartílago, que está compuesto principalmente de agua.
La extracción de agua del cartílago disminuye su lubricación, lo que puede provocar dolor en las articulaciones.
Mantener el cartílago bien hidratado es una de las mejores formas de mantenerlo saludable.
Beber mucha agua también ayuda a eliminar las toxinas inflamatorias del organismo y prevenir lesiones en otras áreas que operan en paralelo con las articulaciones.