La sensación de cansancio en las piernas es un problema común que puede afectar a personas de todas las edades.
Este síntoma suele estar acompañado de pesadez en las piernas, molestias y, en algunos casos, hinchazón.
Aunque puede estar relacionado con factores temporales como las altas temperaturas o la retención de líquidos, también podría ser un signo de insuficiencia venosa crónica o de lipedema, una enfermedad del tejido graso que afecta principalmente a las extremidades inferiores y que provoca dolor y sensación de pesadez en las piernas.
La acumulación de sangre en las venas de las piernas es una de las causas principales del síndrome de piernas cansadas.
Cuando el flujo sanguíneo no regresa al corazón de manera eficiente, se genera esa sensación de pesadez.
Esto puede agravarse si permaneces mucho tiempo de pie o sentado.
El lipedema es una condición crónica que afecta el tejido graso y causa acumulación anormal de grasa en las piernas, provocando dolor, inflamación y cansancio crónico.
Además, en muchos casos, el lipedema se acompaña de hiperlaxitud ligamentosa, lo que significa que los ligamentos son más flexibles de lo normal, generando mayor inestabilidad en las articulaciones.
La hiperlaxitud ligamentosa puede aumentar el riesgo de lesiones y afectar la biomecánica del movimiento, por lo que al realizar ejercicios para mejorar el cansancio en las piernas, es crucial elegir ejercicios de bajo impacto para evitar el sobreesfuerzo en las rodillas, caderas y tobillos.
El calor puede dilatar los vasos sanguíneos, dificultando el retorno venoso.
Asimismo, la retención de líquidos puede estar provocada por una dieta alta en sodio, falta de actividad física o problemas hormonales.
La falta de movimiento afecta a los músculos de las piernas, que actúan como una bomba natural para favorecer la circulación venosa.
Una vida sedentaria agrava la sensación de piernas cansadas.