La terapia de mano se define como el arte y la ciencia de evaluar y tratar las lesiones y afecciones de la extremidad superior.
Es una especialidad dentro de la rehabilitación cuyo objetivo principal es conseguir la máxima funcionalidad mediante diferentes técnicas terapéuticas basadas en la evidencia clínica y científica.
Los terapeutas de mano son terapeutas ocupacionales o fisioterapeutas cualificados, cuyos conocimientos les permiten manejar la complejidad que una lesión en la mano conlleva.
Estas afecciones pueden estar causadas por un accidente, por una enfermedad, o una deformidad congénita o adquirida.
Las intervenciones terapéuticas pueden estar dirigidas al tratamiento conservador o al tratamiento postquirúrgico.
Para ello, el profesional debe tener conocimientos sobre la cirugía realizada y los protocolos a seguir tras esa intervención.
Las herramientas más utilizadas son confeccionamiento de férulas, entrenamiento de actividades de la vida diaria, manejo del dolor, control del edema, cuidado de heridas o cicatrices, desensibilización, reeducación sensitiva, ergonomía, modalidades eléctricas y térmicas, terapia manual, educación al paciente y su familia, fortalecimiento, entrenamiento de la función y destreza manipulativa y entrenamiento de habilidades para la reincorporación laboral.
Todas las herramientas y técnicas son utilizadas en base a las necesidades del paciente y los objetivos planteados a partir de la evaluación de aspectos sensoriomotores, psicosociales, funcionales y los relacionados con la discapacidad.
Dichos objetivos dependen de si es un tratamiento conservador o de si se ha sometido a cirugía, por lo que también variarán según el tipo de intervención quirúrgica, el tiempo de inmovilización tras la intervención, etc.
Debido a la complejidad anatómica y funcional que conlleva la mano, y a la importancia que tiene para poder realizar las actividades cotidianas, laborales o educativas, existe esta especialidad desarrollada tanto por terapeutas ocupacionales como por fisioterapeutas.
Por esto, es fundamental el trabajo en equipo entre ambos profesionales para que la intervención se lleve a cabo de manera efectiva y eficiente de forma que el paciente cumpla con el objetivo de recuperarse tanto física como funcionalmente.
Además, es muy importante la comunicación con el cirujano o el traumatólogo, y con otros profesionales que pueden formar parte del equipo multidisciplinar como la figura del trabajador social, el psicólogo o el médico rehabilitador.