Ejercicios aeróbicos: como bicicleta estática, lanzamiento de pelota a ras del suelo o en el aire, o también, permanecer sentado en una silla botando la pelota hacia delante y hacia atrás, entre otros.
Ejercicios de estiramiento tanto para las extremidades como para los músculos para evitar la rigidez del cuerpo y posibilidad de caídas.
Estiramiento de tobillos, cadera, piernas, cuello o brazos.
Repeticiones de dos o tres días en semana.
Ejercicios para mejorar la respiración: repetición de ejercicios de respiración profunda en los que el mayor puede estar de pie o tumbado con las manos sobre el estómago y el pecho inspirando profundamente a través de la nariz y exhalando por la boca.
Ejercicios para el control postural y equilibrio para evitar el riesgo de sufrir caídas.
Entre los ejercicios que se pueden realizar, se recomienda, por ejemplo: mantenerse de pie con el brazo apoyado sobre el respaldo de una silla y levantar una de las piernas con la rodilla flexionada y repetir posteriormente con la otra pierna.
O levantar una de las piernas con la rodilla flexionada y mantener dicha postura durante unos segundos para potenciar el equilibrio.
Ejercicios de rotación del torso: la persona mayor estaría sentada en una silla y rotaría su dorso hacia la derecha y la izquierda.
Este ejercicio lo puede realizar sosteniendo una pelota que lo acompañe en el movimiento o con las manos liberadas y los brazos extendidos.
Ejercicios de coordinación: caminar en zig zag, caminar hacia delante y hacia atrás, caminar lateralmente o caminar en línea recta sin alterar la postura.
Ejercicios de desplazamiento para superar obstáculos que haya en el suelo o ejercicios acompañados de música incorporando pasos de baile para favorecer el movimiento de todo el cuerpo.
Ejercicios de fuerza: levantar los brazos por encima de la cabeza, sentadillas con la silla, flexión plantar, levantar peso ligero o ejercicio dorsal con gomas elásticas.