Un fisioterapeuta ante un caso de lumbalgia realiza una exploración subjetiva en donde recolecta la mayor información acerca de cómo se originó y cuáles son los síntomas que se evidenciaron. Luego se lleva a cabo una exploración física en donde se realizan técnicas diagnósticas para valorar los músculos, ligamentos, las vértebras y nervios que pudieran estar comprometidos y que afectan la movilidad, flexibilidad, fuerza y sensibilidad del paciente. Una vez definido el diagnóstico fisioterapéutico se elaboran los objetivos del tratamiento y el plan de intervención en fisioterapia que se va a implementar.
El tratamiento en fisioterapia para el lumbago incluye agentes físicos como termoterapia, crioterapia, electroterapia y ultrasonido, ejercicios de fortalecimiento, ejercicios de neurodinamia, ejercicio de Williams, estiramientos, técnicas de terapia manual y osteopatía, reeducación postural, tracción cervical, masaje descontracturante y vendaje neuromuscular.
La fisioterapia ayuda a eliminar el dolor, disminuir la inflamación, restablecer el equilibrio y la fuerza muscular, para permitir mayor movilidad y funcionalidad en el paciente.
Es importante resaltar que cada paciente presenta la sintomatología de manera diferente, según las estructuras comprometidas, por eso el terapeuta ante una lumbalgia debe realizar un tratamiento en fisioterapia personalizado basado en las capacidades y necesidades del paciente.
El ejercicio terapéutico en caso de lumbalgia aporta flexibilidad, fortalecimiento y equilibrio de la musculatura que permite mayor movilidad de la columna lumbar y alivio.