El tiempo que requiere el tejido óseo para sanar va a variar dependiendo del hueso afectado y la zona de la fisura, así como el alcance de la fisura, la edad y la estimulación a la cual se vea sometida, todos y cada uno de ellos influyen de una manera u otra en el plazo de recuperación de una Fisura.
Un niño que se encuentra aún en proceso de crecimiento óseo, tendrá mayor cantidad de células regeneradoras por lo que contará con una capacidad mayor de regeneración y consolidación ante una fisura de hueso, formando un callo óseo reparativo en menor tiempo, de cuatro a seis semanas en comparación a la de un adulto sano que se da entre seis a diez semanas.
Acciones como contracciones musculares sostenidas y movilizaciones controladas, así como ejercicios de propiocepción contribuyen a mejorar la irrigación, drenaje y nutrición del tejido óseo afectado, lo que disminuye el edema, el dolor y el tiempo de reparación de la fisura ósea.
El sistema óseo se encuentra constantemente en proceso de regeneración, lo que permite restaurar este duro y fuerte tejido lesionado entre 20 días a 2 meses.