Si entrenas movimientos como sentadillas y peso muerto con una técnica incorrecta, o arqueas constantemente la zona lumbar mientras trabajas sentado, estás propiciando el dolor lumbar.
Otros factores, como el estrés y los problemas de mantenimiento del peso, también pueden agravar tus problemas.
La clave para evitar todos estos problemas: desarrollar una combinación de movilidad y fuerza en la zona lumbar; y sí, necesitas ambas.
La movilidad, que se define ampliamente como la capacidad de mover las articulaciones de forma activa en todo su rango de movimiento, debería ser el punto de partida de cualquier programa de rehabilitación; alivia la tensión y disminuye el dolor.
Los estiramientos que necesitas hacer Incorpora estos estiramientos a tu rutina diaria de ejercicios.
Pueden ayudarte a aliviar el dolor lumbar que ya padeces y, si los practicas con regularidad, también pueden ayudarte a prevenirlo.
Casi el 80% de los estadounidenses experimentará dolor lumbar en algún momento de su vida, según la Asociación Americana de Quiropráctica.
Y el 55% de quienes experimentan dolor lumbar admiten pasar la mayor parte del día sentados.
Unos músculos lumbares fuertes son clave para aliviar el dolor de espalda y aliviar la presión sobre la columna.
También necesitas músculos centrales fuertes y equilibrados, y esto es lo que a menudo se pierde al pasar mucho tiempo sentado.
Sentarse demasiado tiempo puede debilitar los extensores espinales y los glúteos; estos son dos grupos musculares esenciales que brindan soporte a la zona lumbar al estar de pie.
Pero fortalecer el core no es la única clave para evitar y aliviar el dolor de espalda.
También necesitas movilidad.
Los músculos lumbares son clave en diversos movimientos, desde flexionar la cintura hasta inclinarse hacia atrás (como en peso muerto) y rotar el torso.