El paciente con dolor severo en el postoperatorio es más difícil de recuperar, con independencia del procedimiento quirúrgico realizadolo.
El dolor es común tras una artroscopia de hombro, y su intensidad suele aumentar por la noche.
Deberá tomar la medicación analgésica y antiinflamatoria prescrita.
En los primeros días debe tomarse la medicación de forma pautada, es decir con la frecuencia que le hayan indicado, le duela o no le duela su hombro recién operado.
Las unidades especializadas en el tratamiento del dolor así lo recomiendan, pues si el dolor es mínimo o tenemos una pequeña y llevadera molestia, nuestro cerebro “no grabará ni recordará” episodios de intenso dolor, siendo la medicación mucho más efectiva.
Es ideal aplicarlo después de cada sesión de ejercicios domiciliarios indicados.
Deberá utilizar un cabestrillo.
Deberá seguir las recomendaciones que le hicieron al ser dado de alta en el hospital.
El frío local es un potente analgésico y antiinflamatorio para el hombro recién operado.
Se debe de aplicar un mínimo de 3-4 veces al día durante unos 20 minutos, evitando el contacto directo con la piel, cubriendo el hombro por ejemplo con una toalla.