El ciclismo es un excelente ejercicio cardiovascular que puede ayudar a fortalecer el corazón, reducir la presión arterial y mejorar la circulación sanguínea. El ciclismo también se asocia a una menor riesgo de cardiopatías, accidentes cerebrovasculares y otros trastornos cardiovasculares. Los estudios demuestran que pedalear durante 30 minutos al día ayuda a reforzar la resistencia cardiovascular. El ciclismo implica a varios grupos musculares, como los cuádriceps, los isquiotibiales, los gemelos, los glúteos y los músculos del tronco, el ciclismo es una excelente manera de tonificar los músculos. El ciclismo ayuda a mantenimiento de las funciones vitales (corazón, pulmones, respiración, temperatura corporal, renovación celular, etc.). El ciclismo es suave para muchas articulaciones, existen pocas contraindicaciones para su uso, lo que lo hace accesible a la gran mayoría de nosotros. La práctica de la bicicleta contribuye oxigenar el cerebro que mejora la capacidad cognitiva. La oxigenación del cerebro favorece la concentración. Al potenciar la memoria y la productividad, el ciclismo mejora eficacia en el trabajo y contribuye así a un mejor productividad. El ciclismo reduce el riesgo de dolor o lesiones articulares. El ciclismo alivia la ansiedad y mejora la salud mental. El simple hecho de montar a caballo al aire libre te conectará con la naturaleza, proporcionándote un efecto calmante y una sensación de libertad y relajación.