¿Cómo queda una persona con fractura de cadera?

Las personas que corren más riesgo de sufrir una fractura de cadera son las mujeres, especialmente las mayores de 65 años. Les ocurre a las mujeres con más frecuencia que a los hombres debido a que las mujeres se caen más a menudo y tienen más probabilidades de padecer osteoporosis. Otras cosas que aumentan las posibilidades de sufrir una fractura de cadera son tener un peso inferior al normal, no consumir suficiente calcio o vitamina D, antecedentes familiares de osteoporosis, la falta de ejercicio, beber demasiado alcohol y fumar. Los corredores de fondo y los bailarines de ballet a veces desarrollan finas grietas llamadas fracturas por estrés en sus caderas. Pueden aumentar de tamaño con el tiempo si no se tratan. Los hombres también pueden sufrir fracturas de cadera, especialmente si tienen antecedentes familiares de osteoporosis o si han tenido lesiones previas en la cadera. El riesgo de fractura de cadera aumenta con la edad, por lo que es importante tomar medidas para prevenirlo, como mantener una alimentación saludable, realizar ejercicio regular y evitar el tabaco y el alcohol. Además, es importante tener en cuenta que algunas personas pueden tener un mayor riesgo de sufrir una fractura de cadera debido a ciertas condiciones médicas, como la osteoporosis o la enfermedad de Alzheimer. En estos casos, es importante seguir las recomendaciones del médico y tomar medidas para prevenir caídas y lesiones. El médico puede recomendar pruebas y tratamientos para prevenir fracturas de cadera, como suplementos de calcio y vitamina D, bifosfonatos y moduladores selectivos de los receptores de estrógeno. Es importante seguir las recomendaciones del médico y tomar medidas para prevenir fracturas de cadera, especialmente si se tiene un mayor riesgo de sufrirlas.

¿Cuál es el tratamiento para una fractura de cadera? El tratamiento conservador en el caso de la fractura de cadera no ofrece una solución viable. No operar una fractura de cadera supone tener al paciente inmovilizado o encamado durante un periodo de tiempo prolongado, con lo que eso conlleva en cuanto a complicaciones derivadas de origen infeccioso o respiratorio y mortalidad. En la mayoría de los casos se opta por una cirugía en las primeras horas de la fractura, siempre teniendo en cuenta el estado general del paciente, que suele estar polimedicado. Tras la intervención quirúrgica la recuperación es paulatina y será el médico el que indique qué puede hacer el paciente después de la operación de cadera , así como los cuidados que debe tener tras la cirugía. El tratamiento quirúrgico es la terapia que el médico debe de elegir.