Se realizará 1 serie de 10 repeticiones de cada ejercicio, 3 veces al día.
El tiempo de descanso entre series será de 1 minuto.
Sentados, flexionamos el hombro, dejando la flexura del codo mirando hacia el techo y la palma de la mano hacia el suelo.
Con el otro brazo nos ayudamos a descender la mano lo máximo que podamos.
Deberíamos sentir tensión en la musculatura del codo.
Si en esta posición no notamos tensión, podemos bajar un poco el brazo.
Mantenemos unos segundos y descansamos.
Sentados, mantenemos elevado el brazo con el codo extendido, dejando la palma de la mano y la flexura del codo hacia el techo.
Con la otra mano nos ayudamos para llevar todo lo que podamos la mano hacia abajo.
Deberíamos notar tensión en toda la zona anterior del codo.
Mantenemos unos segundos y relajamos.
Sentados, al lado de una mesa/camilla, deslizamos la mano sobre la misma hacia delante, para conseguir la extensión del codo.
Llegaremos lo más lejos posible.
Posteriormente volvemos a la posición inicial, llevando así el codo nuevamente a flexión.
De pie al lado de una mesa, nos inclinamos ligeramente hacia delante y nos apoyamos con la mano sana sobre la mesa.
Con la mano afecta cogemos un peso y manteniendo el codo pegado al cuerpo, estiramos el codo todo lo que podamos hacia atrás llevándolo a máxima extensión.
Posteriormente volvemos de forma lenta a la posición inicial.
Tumbados boca arriba, cogemos un peso con la mano afecta.
Situamos el peso por encima del hombro, al lado de la cabeza de tal manera que el codo apunte hacia arriba.
Estiramos el codo todo lo que podamos, llevándolo hacia el techo, para llegar a la máxima extensión.
Posteriormente volvemos lentamente a la posición inicial.
Sentados, con el codo apoyado en una mesa/camilla.
Cogemos una banda elástica con ambas manos.
La mano sana estará fijando la banda desde abajo.
Colocamos la mano que va a trabajar con el pulgar mirando hacia arriba y la llevamos hacia el hombro para realizar una flexión de codo.
Después volvemos lentamente a la posición inicial.