¿Cómo saber si tengo un ligamento roto en la rodilla o en el tobillo?
Existen muchos grados de rotura, por lo que muchas lesiones más leves pueden pasar desapercibidas.
Generalmente el paciente sufre una torcedura, caída, luxación que se reduce de manera espontánea o no, asociado a veces a un crujido audible, deformidad, hinchazón, incapacidad para continuar la actividad que estaba realizando…
En caso de que esto suceda, es imperativo acudir a un servicio de urgencias para una valoración inicial, descartar lesiones óseas e iniciar el tratamiento clásico, conocido con las siglas en inglés de PRICE y de ahí ser remitido al traumatólogo especialista.
Para diagnosticar una rotura de ligamentos es muy importante para el médico conocer datos sobre el traumatismo inicial: La posición del pie o rodilla en el momento del traumatismo, El tiempo que tardó en aparecer la hinchazón, La presencia o no de hematoma, Si el paciente fue capaz de continuar la actividad deportiva o caminar o por el contrario no pudo levantarse ya, etc.
La segunda cosa fundamental es la exploración física, en el caso agudo poco se puede hacer aparte de palpar la zona afectada, pero en lesiones crónicas existen maniobras exploratorias que pueden detectar con bastante precisión los ligamentos afectados.
Respecto a las pruebas de imagen, inicialmente una simple radiografía puede bastar para descartar fracturas, pero en casos más graves podría ser necesario realizar una ecografía o más adelante una resonancia magnética nuclear, cuando la lesión haya "enfriado".