Tipos de ejercicios que ayudan a recuperarte más rápido A medida que se va mejorando, vamos sumando ejercicios y técnicas pensadas especialmente para ayudarte a lograr tus objetivos. Estos son algunos de los ejercicios: Restaurar el movimiento: movilidad y estiramiento Uno de los primeros pasos tras una lesión es recuperar el rango de movimiento. Para ello se utilizan ejercicios de movilidad articular y estiramientos funcionales, que evitan rigidez, mejoran la respuesta del músculo y mejoran la elasticidad de este. Ideales para: esguinces, contracturas, sobrecargas y postoperatorios. Reconectar cuerpo y mente: control motor y propiocepción Las lesiones afectan no solo los músculos, también la forma en que el cerebro los activa. La reeducación neuromuscular y los ejercicios propioceptivos ayudan a restaurar la coordinación, el equilibrio y la percepción del cuerpo en el espacio. Indicados para: lesiones recurrentes, inestabilidad en articulaciones o alteraciones posturales. Recuperar fuerza y prevenir recaídas Una vez controlado el dolor, es clave fortalecer los grupos musculares implicados. Aquí se aplican ejercicios de fortalecimiento progresivo, utilizando equipamiento de entrenamiento funcional, aparatos de rendimiento deportivo, bandas elásticas, pesas, pelotas medicinales e incluso ejercicios con el propio peso corporal para enseñanza en casa. Útiles para: rehabilitación de rodilla, hombro, tobillo o espalda baja. Simular el deporte: preparación funcional específica Cuando el cuerpo está listo, es hora de reintroducir los movimientos propios de la disciplina deportiva. A través de ejercicios funcionales o específicos, como saltos, cambios de dirección o movimientos técnicos, se prepara al paciente para volver a su actividad con seguridad. Aplicados en: fases finales de recuperación antes del regreso al entrenamiento o competición.