Si te duele el codo pero no hay una causa más grave para dicho dolor, considera poner en práctica estas soluciones antes de contactar a un profesional de la salud. Detén el uso excesivo del grupo muscular que sospechas que está detrás de tu dolor de codo. El calor puede llevar flujo sanguíneo y nutrientes al codo, lo que puede estimular la curación. Protege tu piel con un paño delgado, luego coloca una almohadilla térmica o una compresa caliente alrededor de tu codo. Estirar los músculos del antebrazo puede ofrecer algo de alivio. El uso constante de un aparato ortopédico mantiene los músculos quietos, dándoles tiempo para sanar. Puedes comprar varios brazaletes en la mayoría de las farmacias. Si el dolor persiste pese a estas recomendaciones, acude con un médico a la brevedad.