¿Cuánto tarda en sanar una lesión de ligamento?

Marina Tamayo
2025-10-05 00:30:02
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¿Qué tipo de lesiones puede sufrir un ligamento y un tendón.
No hay que confundir ambas estructuras, aunque ambas pueden contribuir a la estabilización de forma más o menos directa de una articulación.
El tendón es la estructura que une el vientre muscular a su inserción distal en el hueso, un ejemplo es el tendón de Aquiles, el más grueso y poderoso de todo el aparato locomotor, y que une los vientres musculares del sóleo y gemelos a su inserción en el calcáneo.
Por otro lado, los ligamentos son estructuras anatómicas en forma de bandas o "tiras" que se extienden a ambos lados de una articulación.
En el tobillo, el ligamento más importante es el peroneo-astragalino anterior, que se lesiona en el 80% de los esguinces de tobillo, seguido del ligamento peroneo-calcáneo en el 20% de los casos; ambos forman parte del complejo lateral.
Generalmente una lesión ligamentosa va a ser tratada inicialmente de forma conservadora, es decir, mediante inmovilización, fisioterapia, etc.
Se sabe que aquellos ligamentos intraarticulares (como el ligamento cruzado anterior de la rodilla), tienen menos potencial de curación espontánea que aquellos extraarticulares (como los ligamentos del tobillo).
Sin embargo, un tratamiento inadecuado, o la ausencia de tratamiento pueden aumentar el riesgo de padecer complicaciones a largo plazo, especialmente en el tobillo; es lo que comúnmente se conoce como "esguince mal curado".
En caso de que esto suceda, es imperativo acudir a un servicio de urgencias para una valoración inicial, descartar lesiones óseas e iniciar el tratamiento clásico, conocido con las siglas en inglés de PRICE (Protección, Reposo, Hielo -Ice-, Compresión, Elevación) y de ahí ser remitido al traumatólogo especialista.
Existen muchos grados de rotura, por lo que muchas lesiones más leves pueden pasar desapercibidas.
Generalmente el paciente sufre una torcedura, caída, luxación que se reduce de manera espontánea o no, asociado a veces a un crujido audible, deformidad, hinchazón, incapacidad para continuar la actividad que estaba realizando…
Para diagnosticar una rotura de ligamentos es muy importante para el médico conocer datos sobre el traumatismo inicial: La posición del pie o rodilla en el momento del traumatismo, El tiempo que tardó en aparecer la hinchazón, La presencia o no de hematoma, Si el paciente fue capaz de continuar la actividad deportiva o caminar o por el contrario no pudo levantarse ya, etc.
La segunda cosa fundamental es la exploración física, en el caso agudo poco se puede hacer aparte de palpar la zona afectada, pero en lesiones crónicas existen maniobras exploratorias que pueden detectar con bastante precisión los ligamentos afectados.
Respecto a las pruebas de imagen, inicialmente una simple radiografía puede bastar para descartar fracturas, pero en casos más graves podría ser necesario realizar una ecografía o más adelante una resonancia magnética nuclear, cuando la lesión haya "enfriado".
En el proceso de curación, el ligamento pasa por tres fases de cicatrización: la inicial o inflamatoria, que dura de 24 a 72 horas tras el traumatismo, en el que se forma un hematoma y una respuesta inflamatoria que creará base sobre la cual se inicia la fase de reparación que dura unas 2 semanas y en las que el hematoma se sustituye por tejido conectivo que permite resistir a las dos semanas fuerzas de bajo nivel.
La última fase, la de remodelación, dura hasta 3 meses que es cuando el ligamento recupera las propiedades físicas previas a la lesión.
En los últimos años ha habido grandes avances en la cirugía artroscópica de tobillo que permiten el tratamiento de multitud de lesiones de forma mínimamente invasiva, con menor daño de las partes blandas, menor riesgo de infección, recuperaciones más tempranas, menores problemas de cicatrización…
Lo que planteamos, una vez que el tratamiento conservador ha fallado, es reparar el o los ligamentos afectados mediante una cirugía artroscópica (esto es con mínimas incisiones y asistidos por una cámara).
Además, podremos diagnosticar y tratar las lesiones asociadas que frecuentemente aparecen en el contexto de la inestabilidad crónica y que antes pasaban desapercibidas.
La cirugía requiere de un periodo de inmovilización y de un protocolo de fisioterapia para asegurar una recuperación completa.
Generalmente a los 3 meses se puede realizar una vida normal y a los 6 meses practicar cualquier tipo de deporte, si bien se recomienda en aquellos deportes más demandantes para el tobillo, el uso de vendajes funcionales.
La Unidad de Pie y Tobillo del Hospital Quironsalud de Valencia, está especializada en el diagnóstico y tratamiento de las inestabilidades por las técnicas más avanzadas disponibles actualmente.
El texto elaborado por el doctor Rodrigo Díaz, jefe de la Unidad de Pie y Tobillo de Quirónsalud Valencia.