Una lesión de la médula espinal puede ser causada por incidentes, tales como herida penetrante o de bala, fractura en la columna, lesión traumática en la cara, cuello, cabeza, pecho o espalda, accidente al zambullirse en el agua, descarga eléctrica, torcedura extrema de la parte media del cuerpo, lesión deportiva, caídas.
Los síntomas de una lesión de la médula espinal pueden incluir cualquiera de los siguientes: cabeza que está en una posición inusual, entumecimiento u hormigueo que se propaga hacia abajo del brazo o la pierna, debilidad, dificultad para caminar, parálisis de brazos o piernas, pérdida del control de esfínteres, shock, pérdida de la lucidez mental, rigidez en el cuello, dolor de cabeza o dolor en el cuello.
Nunca mueva a alguien que usted piense que pueda tener una lesión en la columna a menos que sea absolutamente necesario.
Mantenga a la persona absolutamente quieta y a salvo hasta que llegue la ayuda médica.
Llame al número local de emergencias.
Sostenga la cabeza y cuello de la persona lesionada en la misma posición en que la encontró.
NO intente enderezar el cuello, no deje que el cuello se doble o se tuerza, no deje que la persona se levante y camine.
Si la persona no está despierta o no le está respondiendo, verifique la respiración y la circulación, aplique RCP de ser necesario, no realice respiración boca a boca o cambie el cuello de posición, haga solo compresiones pectorales.