Los ejercicios de relajación son útiles para aliviar o mejorar problemas muy diferentes, como ansiedad, estrés, cualquier tipo de dolor, insomnio, y otros, y para mejorar su calidad de vida. Es recomendable hacerlos diariamente durante un mínimo de 15 a 20 minutos por la mañana después de levantarse, y son ideales después de algún ejercicio físico. Busque un ambiente tranquilo y utilice ropa cómoda. La posición más correcta es tumbado en el suelo sobre una manta con los brazos extendidos a su lado, o bien con las manos sobre su abdomen, especialmente para los ejercicios de respiración. También los puede hacer sentado, con la espalda y la cabeza derechas, y los brazos descansando sobre sus muslos. Cierre los ojos, ponga atención en su respiración, respire lentamente por la nariz, intentando llenar de aire la barriga, como si fuera un globo, y seguidamente llene el pecho de aire. Reténgalo en sus pulmones unos segundos, expulse progresivamente el aire lentamente por la boca o la nariz, haga una pausa de unos pocos segundos y vuelva a comenzar de nuevo. Con los ejercicios de relajación muscular progresiva se busca ir relajando los diferentes músculos del cuerpo, centre su atención en sus músculos y en las sensaciones de tensión y de relajación.