Para mejorar el estado de nuestras articulaciones y fomentar la reducción de dolor en la zona, conviene fijarnos una dieta concreta basada en determinados alimentos que por los nutrientes que contienen, ayudarán a mejorar el estado de nuestras articulaciones y fomentarán la reducción de dolor en la zona. Uno de los nutrientes que debe contener nuestra dieta debe ser el azufre, que se encuentra en alimentos aliáceos como la cebolla, el ajo y los huevos. Estos alimentos pueden combinarse en muchas recetas saludables, como introducir la cebolla en ensaladas, el ajo acompañar a verduras y los huevos tienen diferentes usos.
Es recomendable la ingesta de frutas, sobre todo frescas frente a las ácidas, como manzanas, peras, granadas, uvas, aguacate, etc. Sin embargo, y como excepción a la regla, es muy beneficiosa a la hora de calmar el dolor articular la piña, que contiene una enzima llamada bromelina, que reduce los procesos inflamatorios. Otro nutriente importante para incluir en nuestra dieta son los aminoácidos presentes en las semillas de calabaza o de girasol, en las lentejas y en los cacahuetes, entre muchos otros. Es favorable la ingesta de vegetales verdes que gracias a la vitamina K que contienen favorecen el mantenimiento de una buena salud ósea.
Se recomienda que si se sufren trastornos articulares, se consuman las llamadas verduras de hoja verde, debido a su alto contenido en vitamina C, que reduce el daño de los radicales libres sobre las lesiones articulares. Dentro de los pescados, se recomienda el pescado azul muy rico en ácidos grasos omega 3 que ayudan a reducir la inflamación de la forma afectada, una de las causas del dolor articular. Es conveniente además, incluir en nuestra dieta fibras vegetales como el salvado, los cereales integrales, la avena y las semillas de linaza. También debemos alimentarnos de una dieta rica en hierro, pero solo a través de los alimentos, ya que si padecemos dolor articular no están aconsejados los multivitamínicos y los suplementos de hierro.