Existen muchos tipos de tratamientos para el tratamiento del dolor, que se pueden dividir en tres categorías:
Los tratamientos físicos incluyen: fisioterapia, ejercicio terapéutico, aplicación de calor y / o hielo, acupuntura, electroterapia y diversos procedimientos de intervención, como inyecciones en las articulaciones facetarias y estimulación de la médula espinal.
Los pacientes pueden encontrar diferentes métodos que pueden aliviar su dolor, como el masaje terapéutico.
Algunos tratamientos pueden tener un elemento psicológico, como el efecto placebo.
Los tratamientos psicológicos, como la terapia cognitiva conductual (TCC) y la hipnosis, se han utilizado para tratar el dolor, pero con resultados inconsistentes con respecto a la efectividad.
Los tratamientos farmacológicos implican el uso de diferentes tipos de medicamentos, principalmente analgésicos y antiinflamatorios.
El tipo de medicamento depende del sitio, la gravedad y la causa probable del dolor.
El dolor leve se puede controlar con analgésicos de venta libre, mientras que el dolor intenso (después de una lesión o cirugía, por ejemplo) se puede tratar con opiáceos.
Los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) se usan ampliamente, mientras que los antidepresivos se pueden recetar para afecciones como la fibromialgia.
Debido a la naturaleza multidisciplinaria de esta especialidad, un equipo dedicado al tratamiento del dolor puede estar compuesto por médicos, enfermeras, fisioterapeutas, psicólogos y otros terapeutas de salud mental.