Es probable que se inicien los ejercicios incluso antes de un tratamiento quirúrgico ya que es de suma importancia recuperar el tono muscular de la rodilla.
En la mayoría de los casos se recomienda que se inicien los ejercicios uno o dos días después de la lesión, estos días iniciales se debe mantener la rodilla en reposo y con terapía de frío para aliviar la inflamación.
Extensión de rodilla, es bastante útil, si tu cuerpo lo resiste puedes optar por colocar una pesa ligera en el tobillo, lo ideal es hacer al menos 10 repeticiones diarias.
Pierna recta, necesitas al menos 10 repeticiones por día.
Movimiento isométrico, recuerda que la intención de los ejercicios es fortalecer la zona, no sobre exigir, si sientes dolor debes detener el ejercicio o disminuir la intensidad.
Puente de cadera, intenta mantener la posición al menos 5 segundos, repite el movimiento 10 veces.
Es importante resaltar que parte esencial de la recuperación es respetar los límites del cuerpo, a pesar de que estos ejercicios promueven una recuperación más rápida de la lesión es necesario evitar empeorar la lesión.
Si sientes dolor en cualquier movimiento te recomendamos disminuir la intensidad o suspenderlo.
Lo que debe sentirse en el músculo es una ligera tensión y el calor regular al trabajarlos.
También puedes solicitar la guía de un médico ortopeda o fisioterapeuta que conozca tu caso y te ayude a identificar una rutina de ejercicios ideal para ti.