Sí, es posible romper un callo óseo, especialmente si no se respetan los tiempos de recuperación.
Un callo óseo inmaduro es frágil y puede dañarse con movimientos bruscos, sobrecarga o una recuperación inadecuada.
Si experimentas dolor intenso repentino, inflamación o pérdida de movilidad en la zona de la fractura, podría haber ocurrido una nueva lesión.
En ese caso, es fundamental acudir a un especialista para evaluar la situación.
Para evitar complicaciones en la recuperación ósea, sigue estos consejos: respeta los tiempos de curación, evita movimientos bruscos o impactos, realiza fisioterapia especializada, mantén una alimentación rica en calcio y vitamina D y sigue las indicaciones médicas y acude a revisiones periódicas.
Si hay sospecha de que el callo óseo se ha fracturado nuevamente, es importante consultar a un especialista lo antes posible para una evaluación con radiografía.
Evitar apoyar o mover la zona afectada para prevenir más daños.
Seguir un tratamiento de fisioterapia adecuado para reforzar la recuperación y evitar futuras complicaciones.