El dolor en el pie puede deberse a envejecimiento, estar de pie durante largos períodos de tiempo o estar con sobrepeso.
Una deformidad en el pie puede causar dolor, al igual que una lesión o zapatos que no ajustan bien.
Actividades como caminar demasiado o practicar deportes también pueden ser una causa.
El dolor en el pie puede deberse a diversas condiciones, incluyendo artritis y gota, fracturas óseas, juanetes, callosidades y callos, dedos en martillo, arcos caídos, neuroma de Morton, daño nervioso debido a la diabetes, fascitis plantar, verrugas plantares, esguinces, fractura por sobrecarga y problemas de los nervios.
Para aliviar el dolor en el pie se pueden aplicar hielo, mantener el pie elevado, reducir la actividad y usar zapatos que ajusten bien.
Se puede emplear un analgésico de venta libre como el ibuprofeno o el paracetamol.
Usar calzado cómodo y evitar los zapatos estrechos o de tacones altos puede ayudar a prevenir problemas en los pies.
Hay que reemplazar los zapatos para correr con frecuencia y hacer estiramientos para evitar la tensión excesiva en los pies.
Estirar el tendón de Aquiles y la fascia plantar también puede ayudar.
Si el dolor en el pie es súbito y fuerte o no mejora con tratamientos caseros, es importante comunicarse con un proveedor de atención médica.