El dolor cervical, también conocido como dolor de cuello, es una condición común que puede ser causada por una variedad de factores, que incluyen una mala postura, tensión o esguince muscular, compresión nerviosa, cambios degenerativos en la columna cervical o lesiones. El dolor puede ser leve o intenso y puede ir acompañado de otros síntomas como rigidez, dolores de cabeza o dificultad para mover el cuello. El dolor cervical va acompañado de rigidez, dolores de cabeza o dificultad para mover el cuello. Si experimentas dolor cervical, hay varias indicaciones que puedes seguir para controlar el dolor y favorecer la recuperación. Descansar el cuello puede ayudar a reducir el dolor y prevenir más lesiones. Aplicar calor o hielo en el área afectada puede ayudar a reducir el dolor e inflamación. Los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos, como el ibuprofeno o el naproxeno, pueden ayudar a aliviar el dolor y reducir la inflamación. Los ejercicios suaves de estiramiento y fortalecimiento pueden aliviar los síntomas y mejorar el rango de movimiento.