La salud física, a simple vista, es en la que más influye la fisioterapia.
Hace referencia a todo el ámbito físico: hábitos de sueño y de alimentación, cantidad de ejercicio realizado, higiene oral…
A la hora de evaluar la salud física, también hemos de tener en cuenta el consumo de drogas, alcohol y/o tabaco.
Todos estos factores influyen claramente a que nuestro cuerpo se encuentre bien físicamente.
El cuerpo funciona como un todo, por eso en MTS Fisioterapia siempre explicamos que aunque el tratamiento de fisioterapia sea aplicado correctamente, si los demás hábitos de vida no son los adecuados, la eficacia del tratamiento disminuye.
La salud mental es definida por la habilidad para manejar el estrés de la vida diaria y mantener una actitud general optimista y alegre acerca de la vida.
Para realizar una observación de la salud mental de una persona, necesitamos considerar sus relaciones sociales así como los pensamientos que tiene la persona acerca de lo que le pasa y las emociones que esto genera.
Principalmente, en personas con dolor crónico, este pilar es fundamental evaluarlo.
La salud social se refiere a la capacidad de formar relaciones positivas y constructivas con los demás.
La salud social está por tanto, íntimamente relacionada con la salud mental.
Como hablamos en una entrada anterior, la fisioterapia también contribuye a reducir el estrés, por lo que interviene tanto en la salud social como en la mental.