El esguince de tobillo es un accidente muy típico de verano, que puede llegar a arruinar las vacaciones.
El uso de tacones u otro calzado inadecuado, los giros bruscos o saltos en ciertos deportes o una mala pisada pueden propiciar esta lesión.
El doctor Rodrigo Díaz Fernández, jefe de la Unidad de Pie y Tobillo del Hospital Quirónsalud Valencia, nos indica que "el tratamiento del esguince de tobillo depende de la gravedad de la lesión, si bien inicialmente va a ser conservador mediante inmovilización, fisioterapia, etc., en algunos casos puede considerarse la cirugía de entrada".
Cuando se trata de esguinces leves, es necesario inmovilizar la zona con un vendaje y guardar reposo durante los dos o tres días siguientes.
La pierna debe permanecer elevada con el tobillo a la altura del corazón o por encima de este para evitar que se inflamen el pie y el tobillo.
Otra medida básica es aplicar hielo en la zona dolorida.
Durante la noche, es probable que se sienta dolor y otras molestias, que no dejan descansar bien.
Para prevenirlo, se puede consultar con los doctores la toma de analgésicos durante los primeros días.
El doctor Ghassan Elgeadi Saleh, jefe de servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Quirónsalud San José, nos resuelve esta duda frecuente: "Como regla general el hielo es para las lesiones recientes, también conocidas como agudas, y el calor se aplicaría en molestias crónicas y dolores musculares".
Para aplicar frío, se puede utilizar en forma húmeda con compresas o, seco, con una bolsa de hielo.
Por su parte, el calor también se aplica mediante compresas, un baño o, en seco, con bolsas de agua caliente o sacos de semillas, y también se debe limitar el tiempo de uso.
Nuestro doctor advierte que "está completamente contraindicado utilizar calor en cualquier herida que sangre durante las primeras 24 horas, ya que aumentaría el flujo sanguíneo y favorecería el sangrado".