El estrés es un estado emocional adverso que puede provocar alteraciones musculares o posturales, entre otras.
Ante este problema, nuestro cuerpo reacciona creando una serie de cambios que, irremediablemente, afectan al pie y a nuestra forma de caminar, ya que deben ser compensados mediante un esfuerzo musculoesquelético mayor que se traduce en un aumento de cansancio, dolor, pesadez, etc.
La sensación de pies cansados puede deberse a diversos factores:
Sobrecarga y largas jornadas de pie: Permanecer de pie durante períodos prolongados aumenta la presión en los pies, provocando fatiga muscular.
Problemas posturales: Una mala alineación corporal afecta la distribución del peso, incrementando la tensión en los pies.
En cualquier caso, para disminuir las molestias lo ideal es incidir sobre la causa y averiguar el por qué.
Te recomendamos acudir al podólogo ya que, en el caso de ser necesario, una solución podría ser el uso de plantillas personalizadas.
Este tratamiento aportará confort y podrá prevenir y corregir futuras patologías.