La rotura del ligamento cruzado anterior es una de las lesiones más temidas por los deportistas, porque hasta hace poco tiempo te obligaba a pasar por el quirófano y estar durante muchos meses en rehabilitación.
Esta lesión a pesar de su dureza, puedes convivir con ella, puedes caminar, subir escaleras, incluso correr sin sufrir ningún tipo de dolor, y es el principal motivo por el que muchos pacientes no acuden al médico.
Para la doctora especializada en traumatología, “es habitual que los pacientes que sufren una lesión de este tipo (aislado, sin sufrir lesión de meniscos ni cartílago articular), tras pasar el momento agudo y desaparecer la inflamación, puedan caminar, subir escaleras y trotar sin dolor.
Esto es posible debido a que este ligamento no es importante para caminar, sino para la rotación y la estabilidad de la rodilla”.
Ya sea por un problema grande o pequeño, estar fuera de juego durante un tiempo puede ser una auténtica lucha.
Sigue las indicaciones de los especialistas y no desesperes.
Una de las cuestiones más importantes a la hora de recuperarte de lesiones de larga duración es el mental.
Trabaja duro y cíñete al plan para conseguir que tu cuerpo llegue a su objetivo final que es la recuperación.
“En las primeras horas tras la lesión traumática del ligamento, se produce inflamación local y dolor.