Realizar ejercicio está encaminada a reforzar la musculatura lumbar y abdominal. Tratar de mantenerse activo, evitar el reposo absoluto y hacer ejercicios sencillos, tanto en casa, siguiendo unas tablas sencillas de ejercicios como en el gimnasio, realizando actividades como Pilates, Yoga, Tai Chi, Aquagym, etc., en función de la tolerancia.
La intensidad y la frecuencia va a depender del tipo de ejercicio que se haga.
Higiene postural durante una crisis de lumbalgia, se deben de evitar las posturas que aumentan o desencadenan el dolor, como la semiflexión o inclinación anterior del tronco o agacharse flexionando el tronco a coger algún objeto.
Calor o frío en este sentido, ambas opciones son buenas.
Ponerse en manos de profesionales la mayoría de los casos de lumbalgia se controlan con estos consejos y desaparecen espontáneamente.
Si la patología no se autolimita con estas recomendaciones, es aconsejable acudir a consulta profesional.
El médico valorará, en función de los síntomas y la exploración, la necesidad de exploraciones complementarias si se precisan para el diagnóstico y el tratamiento más indicado en cada caso.
La fisioterapia puede estar indicada, ya que a través de sus técnicas (masoterapia, electroterapia, instrucción, ejercicios, escuela de espalda, etc.) puede contribuir a una mejoría en el dolor, ayudar a identificar los malos hábitos y conseguir su corrección.
Las Escuelas de Espalda abarcan la formación en los campos de anatomía/fisiología de la columna, posiciones correctas, evitar posturas o actividades incorrectas y los ejercicios adecuados para mantener la columna en situación óptima de cara a la prevención de recaídas.
Aprender cuidados posturales correctos y la última recomendación se basa en realizar prácticas correctas para mejorar y sobre todo, aprender que una buena postura ayuda a prevenir y tratar este tipo de problemas.
El respaldo del asiento del coche debe tener contacto total con tu espalda.
La mesa de trabajo y la pantalla del ordenador, deben de tener una altura adecuada con silla que apoye la parte baja de la espalda y puedas reclinarte.
Los pies deben estar apoyados.
Al recoger objetos del suelo, dobla tus rodillas y acércate al suelo.
No levantes objetos pesados flexionando la espalda si vas a permanecer mucho tiempo de pie, estático (ejemplo: al planchar) apoya una pierna sobre un pequeño taburete.
En trabajos sedentarios, cuida la postura y cambia con frecuencia de posición.