El dolor en la artrosis de las manos suele empeorar con el inicio del movimiento, sobre todo después de un periodo de inactividad, y mejora en reposo. También se agudiza con la presión y puede ir acompañado de ‘crujidos’ al mover la articulación. Normalmente, este dolor articular no suele manifestarse por la noche, salvo que haya un brote de inflamación o la artrosis sea muy avanzada. Por el contrario, es muy habitual notar rigidez en las manos al levantarse por la mañana o después de un descanso prolongado. El dolor en la artrosis de las manos suele empeorar con el inicio del movimiento, sobre todo después de un periodo de inactividad, y presenta una mejoría cuando está en reposo. Los fármacos analgésicos y antiinflamatorios se utilizan para controlar el dolor y la inflamación. Los medicamentos de acción lenta, también conocidos con las siglas SYSADOA, no solo alivian el dolor, sino que ayudan a preservar el cartílago y frenar la evolución de la enfermedad. Pueden ser eficaces las infiltraciones de glucocorticoides dentro de la articulación.