Talleres de masaje infantil para mamás y papás

Gracias al masaje infantil podemos comunicarnos de una manera muy directa con el mundo del bebé. A través del tacto desarrollaremos la faceta física, psicológica y emocional del bebé, ayudando a los padres a crear vínculos afectivos con él y a entender lo éste quiere decir. De esta manera, influiremos muy directamente sobre un mejor desarrollo de nuestro hijo.

El masaje infantil presenta los siguientes beneficios: favorece el vínculo afectivo padres-bebé, relaja al bebé originando un mejor sueño y quitándole el estrés producido por encontrarse con cosas nuevas cada día, hace que el bebé sienta amor, ayuda a los padres a saber más sobre las necesidades y deseos del bebé, estimula sensorialmente al bebé, mejoramos sus digestiones y los cólicos, ayudamos a que el bebé tenga un mejor conocimiento de su cuerpo.

¿Por qué realizar un taller de masaje infantil?

Están dirigidos a papás con bebés de entre 1 mes hasta 1 año aproximadamente.

En ellos los padres aprenden a reconocer cuál es el mejor momento para dar el masaje a su bebé, a realizar los movimientos del masaje y a saber para qué sirve cada tipo de masaje (relajante, estreñimiento, cólicos, respiratorio…)

Al final del taller, los padres sabrán interpretar las señales de aceptación o de rechazo del bebé cuando reciba el masaje.

Los talleres están formados por 5 sesiones semanales de unos 30-45 minutos de duración. Los grupos son reducidos y el bebé puede venir acompañado de 1 ó 2 personas (entre los cuales siempre estará el padre o la madre). Se entregará al principio del taller material escrito sobre el masaje y las técnicas que se realizan.

Los padres tienen que venir con ropa cómoda, toallitas húmedas, dos pañales de recambio, dos toallas de tamaño medio y aceite (preferiblemente vegetal). También es aconsejable traer alguno de los juguetes favoritos del bebé (sobre todo en edades más avanzadas).